Cómo no tengo sueño escribo, o escribo para no tener sueño, aunque quisiera tenerlo y más quisiera no quererlo...
y a no pasar parecidos por iguales, porque sueño no es sueño, ni son sueños....
¿Cúantas vidas tenemos? ¿Cúanto hemos caminado antes de la primera esquina? ¿Sucesivas o siumltáneas?¿Simples facetas y la suma no es más que "uno"?
¿Cúantos caben en lo perecedero de este instante? van, vienen, pasan, fluyen entre lo efímero de un suspiro, de un recuerdo, de un anhelo...
Siete vidas tienen los gatos, ¿tenemos siete también nosotros? y si lo fueran, si fueran sólo esas y ni una más, ¿cuánto tiene una de otra?, se tocan, se rozan, eso parece evidente. No hay independencia, las secuelas se transmiten, las buenas y las malas, y la memoria de las pasadas no es pisada ni piadosa, tampoco la de las venideras, acompaña, señala, alienta, ata, molesta.
Somos sabios, somos necios, somos apasionados, somos escépticos, somos dinámicos y somos estátaicos, pacatos y revolucionarios...somos y no somos. ¿Cúantas vidas se necesitan para ser? ¿O es que siempre estamos siendo?. Algo es cierto,somos, o no, CON y y POR y eso asusta, y alivia a la vez...
¿Evolución o metamorfosis?...Adaptarse o nunca saciarse.
No es cuestión de uno, sino de muchos...¡de muchas muchas vidas!
Yo (y un insomnio cualquiera)
No hay comentarios:
Publicar un comentario